DOS BURDOS INTENTOS DE BLANQUEO

De forma incomprensible para el más común de los mortales y de forma obvia para quienes sospechan los motivos por el que el PP se niega a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la Presidenta de la Comunidad de Madrid salió judicialmente indemne del caso del Protocolo de la Vergüenza. Ya saben, aquella decisión política tomada en plena pandemia que impedía el traslado de los residentes en Residencias de Mayores de la Comunidad a hospitales para ser tratados de COVID, salvo que tuviesen seguros privados. La mayoría absoluta obtenida posteriormente les redundó en su confianza al PP.

Sin embargo, algo mucho más mundano como que tu noviete te salga trincón y defraudador de impuestos, puso a la Presidenta en la picota, sobre todo al saberse que mintió descaradamente en la defensa que hizo de su pareja al saberse que con anterioridad él había admitido los delitos que se le imputaba. Las maniobras pseudo mafiosas de su Jefe de Gabinete para intentar acallar a la prensa que se hizo eco del asunto, solo sirvió para echar más leña al fuego.

Así las cosas, aquella imagen impoluta de la lideresa quedó tocada, aunque se hicieron esfuerzos para recuperar lo perdido. La celebración del Día de la Comunidad fue un intento tan burdo y exagerado de ello que solo sirvió para contenidos de memes y chanzas en las redes sociales. 

Su presencia en las elecciones catalanas no iba como en otras ocasiones y estaba pasando sin pena ni gloria. Hasta que una vez más Alberto Núñez Feijóo se la puso sin querer queriendo votando en el área. Durante un mitin en Catalunya, el líder del PP pidió el voto para los ‘populares’ para aquellos que quieran ir en contra de la inmigración ilegal, vinculándola con la okupación. De manera inmediata, Díaz Ayuso desde Madrid se desmarcó de las palabras de su Presidente manifestando que los inmigrantes no son culpables y que la inmigración nada tiene que ver el aumento de los casos de okupación que se están produciendo en zonas como Barcelona. El intento de blanqueo es tan palmario que da hasta risas.

La decisión del Gobierno local (PP-VOX) de Alpedrete de cambiar la calle y el centro cultural dedicado a Paco Rabal y a su esposa Asunción Balaguer, originó una contestación popular y en casi todo el mundo de la cultura. Díaz Ayuso aprovechando la coyuntura, vía redes sociales,  pidió a Alpedrete que rectifique y reponga el nombre de Paco Rabal y Asunción Balaguer a una plaza y un centro cultural. Como así fue.

Los muchos mal pensados que hay creen que todo es una maniobra orquestada por el maquiavelismo de su Jefe de Gabinete para que su jefa aprovechara la ocasión para desmarcarse del fanatismo y sectarismo de otros y de nuevo blanquear su figura.
Por ello, le han recordado que en enero de este mismo año, sin ir más lejos, vinculaba sin pruebas inmigración con agresiones sexuales y un brote de sarna en Alcalá de Henares. Del mismo modo,  le recuerdan a Ayuso que nada hizo para que el Ayuntamiento de Madrid repusiese los versos de Miguel Hernández en el memorial de las 13 rosas del cementerio de la Almudena de Madrid o la placa homenaje al Ministro socialista Indalecio Prieto.

No muy bien tiene que irle en los sondeos de opinión a Ayuso cuando tiene que recurrir a formas tan burdas y poco creíbles de blanquear su figura política.Para la Presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, es momento de blanqueo, pero no como el que pretendió hacer su pareja. Ese tipo de blanqueo ya tal, como diría aquel.

Puño en Alto


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