REFLEXIÓN POST ELECTORAL

El gesto coherente de Díaz de dimitir del cargo de Coordinadora del proyecto político de Sumar por los malos resultados obtenidos en las elecciones europeas y seguir en el Gobierno como Vicepresidenta y Ministra de Trabajo, queda en cuarentena si no se explica suficientemente. Sumar es una herramienta electoral compuesta inicialmente por Movimiento Sumar, Podemos, Izquierda Unida, Más Madrid/Más País, Verdes Equo y Catalunya en Comu. Después de las elecciones generales del 23J, Podemos se salió de la coalición.
Yolanda Díaz ha dimitido de la Coordinación de la herramienta electoral, pero no de su partido Movimiento Sumar. Hay quien puede ver poca coherencia en dimitir del cargo de Coordinación de Sumar y no como miembro del Gobierno, ya que está en el Gobierno nacional por Sumar. Razones tendrá para no hacerlo, pero tras su dimisión más razones se ha autoimpuesto para renunciar a ese otro cargo.

Algo que muchos no desean por los avances obtenidos en defensa de los derechos de los trabajadores, y por ser el mayor activo político a la izquierda del PSOE.  Lo que sí es cierto es que Yolanda Díaz se ha autocuestionado y durará en política lo que dure la actual legislatura, y eso lo saben ya sus interlocutores sociales con los que tiene que bregar para sacar los asuntos pendientes de esa agenda social y laboral. Esa interinidad no es buena cosa a la hora de emprenderlos.

Se suele decir que las ratas son las primeras que abandonan el barco que se está hundiendo y algo o mucho de eso está pasando en Sumar tras los resultados electorales y la dimisión de Yolanda Díaz. Ahora hay quien dice que nunca perteneció al proyecto y quien también ahora se da cuenta de que el proyecto está superado como aglutinador de la Izquierda. Los resultados electorales de Sumar al parlamento europeo son objetivamente malos o muy malos, pero no porque no haya salido elegido el candidato de una determinada formación política integrada en la candidatura de Sumar. Esto es mezquino y solo demuestra que poco o nada se creía en el proyecto salvo para meter a uno de los suyos en el parlamento europeo. Estos resultados no son peores que los obtenidos en Galicia, en el País Vasco o Catalunya y, sin embargo, en esos momentos nadie alzó la voz para manifestar que el proyecto estaba superado. Ahora no vale rasgarse las vestiduras a modo de excusas para abandonar o cuestionar o considerarlo superado.

La candidatura Sumar en la provincia gaditana ha sacado 4000 votos menos que la candidatura de SALF de Alvise y 50.000 menos en Andalucía, alguna responsabilidad tendrán los responsables de las formaciones políticas que la conforman en la provincia o en Andalucía. Pero no, por el arte del birlibirloque de la noche a la mañana se dan cuenta de que el proyecto está superado como excusa para seguir sin asumir su responsabilidad. Hay quienes ya añoran aquellos tiempos del chiringuito político del 5%.

Es cierto que el voto útil “sui generis” lanzado por Pedro Sánchez al PSOE ha funcionado, y ha contribuido a evitar que se diera un estruendoso batacazo electoral. Es algo recurrente dicha apelación en el PSOE cuando está en dificultades, pero igualmente recurrente es que desde la Izquierda después de tantos años sufriendo esa apelación al voto útil no se sepa contrarrestarlo de forma efectiva.

Sumar como proyecto político necesario, más allá de los errores cometidos, nació herido de muerte porque se conceptuó como aglomerado de intereses y nunca se dio los pasos imprescindibles para darle carácter de un partido de ámbito nacional, y los distintos resultados electorales no han hecho otra cosa que certificar su defunción. Un necesario proyecto político unificador, que no aglutinador, que entre todos lo mataron y él solo se murió.

La paradoja del asunto es que la encarnizada disputa fratricida política que ha habido entre Podemos y Sumar va a terminar significando que, más allá de aquellos que solo aspiran a revalidar el 5% del pasado, el único partido de Izquierda a la izquierda del PSOE de ámbito nacional de referencia puede que vuelva a ser Podemos, si antes no lo estropea ellos mismos como antaño.

Otra paradoja surgida de los resultados electorales al parlamento europeo es que a lo mejor es la derecha la que nos salve de la derecha, y en esta triste realidad encomendamos nuestra esperanza.

Al igual que los protagonistas de la película del director Amenábar “Los Otros”, que no sabían que estaban muertos y actuaban como si estuvieran vivos, los numantinos que aún siguen en Ciudadanos no saben que están políticamente muertos, deseamos que no cunda ejemplo.

Puño en Alto

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